No es fácil comenzar una idea de negocio o un proyecto relacionado con marihuana en Colombia. Los prejuicios, miedos y la falta de información hacen que esta planta, y todo lo que la relaciona, sea un estigma.
Pero los humos están cambiando. Desde que se aprobó la Ley que permite el uso médico y científico del cannabis, el país se encamina a ser una de las potencias mundiales en una industria que puede incluso superar las exportaciones de flores y banano.
Y poco a poco, la mentalidad y la percepción hacia el cannabis evoluciona. Algo que era impensado en una sociedad tan tradicional como la nuestra ha ocurrido en una de las más prestigiosas universidades del país. Cuatro estudiantes de sexto semestre del CESA han creado un proyecto que puede cambiar para siempre la forma en que las mujeres afrontan dolores menstruales: tampones con cannabis medicinal
Gabriela Parra, Valentina Mogollón, Carolina Silva e Isabela Gaviria son las jóvenes detrás de LaFemme. La historia de cómo surgió el proyecto es una radiografía de cómo se juzga el potencial medicinal del cannabis. Gabriela lo resume en una palabra: educación.
“Haciendo nuestro proyecto entendimos que hablar de cannabis medicinal se trata de poder educarse y poder entender que muchas veces uno juzga, como yo lo hacia, porque no conoce cuál es el cannabis que uno va a utilizar en estos casos. Poder informarse y aprender que la el cannabis recreativo es realmente muy diferente al cannabis medicinal”, dice Gabriela.
La idea de los tampones con cannabis surgió como parte de una clase, en donde tienen como reto crear una idea de negocio. El tema del proyecto tenía que responder a una pregunta que todas las mujeres se han hecho en algún momento: ¿existe algo para aliviar los dolores menstruales?
«HACIENDO NUESTRO PROYECTO ENTENDIMOS QUE HABLAR DE CANNABIS MEDICINAL SE TRATA DE PODER EDUCARSE»
Fue así como encontraron una empresa en California llamada Foria. Esta compañía elabora productos para las mujeres a base de cannabis: desde lubricantes para potenciar la experiencia sexual hasta aceites medicinales para aliviar los cólicos. Dependiendo del producto, y lo que quiera el cliente, la proporción de THC y CBD varía. Fue el punto de partida para LaFemme.
Para comenzar fue necesario una dosis de valentía. Las cuatro vienen de familias tradicionales, donde hablar de cannabis es sinónimo de drogadicción, de sustancia prohibida. Para Carolina no fue fácil compartir con su familia el proyecto de tampones con cannabis medicinal.
“Yo estaba muy emocionada por el proyecto y se me hacía súper chévere. Cuando llegué a mi casa a contarle mi mamá me dijo, ‘No te metas con esto. Es un tema muy delicado y no sabemos cómo va a reaccionar la sociedad. De pronto es muy temprano para hacerlo, es mejor esperar un tiempo’.
Toda esa carreta yo la ignoré porque creía en el proyecto. Porque uno como mujer siente realmente todos estos dolores y además va a ser a través de algo natural. Ya cuando uno se informa bien y conoce bien el producto ya sabemos que la gente no puede juzgar por algo que no es como piensan«.
En el caso de Valentina, tanto ella como su familia ya era cercana a la medicina alternativa. En su infancia padeció los efectos secundarios de las drogas que debía tomar para aliviar problemas estomacales, lo que la llevó a probar alternativas.
Con el OK de sus familias, ahora venía el reto más importante: presentárselo a las que serían sus clientes potenciales.
“Nosotras teníamos mucho miedo porque no sabíamos cómo iba a reaccionar la gente. No sabíamos cómo iba a reaccionar la gente joven, no sabíamos cómo iban a reaccionar las mujeres adultas”, afirma Isabela. Fue necesario iniciar un proceso de validación con mujeres para ver cómo reaccionaban al producto.
«NOS SORPRENDIÓ QUE LAS MUJERES MAYORES FUERON LAS QUE MEJOR REACCIONARON AL PRODUCTO»
Entrevistaron a más de 60 mujeres para preguntarles por el producto. Querían saber qué pensaban, cómo reaccionaban a un tampón con cannabis medicinal, qué opinaban del prototipo, de la caja. Las respuestas sorprendieron a estas 4 emprendedoras:
“Era todo lo contrario a lo que nosotros pensábamos. Nos sorprendió que las mujeres mayores, que son las que han sufrido durante más tiempo los dolores de los cólicos, eran las que mejor reaccionaron al producto. Decían que les parecía muy chévere, que ellas a sus hijas se lo comprarían, y que ojalá ellas hubieran podido usar un producto así. Fueron mas las mujeres que nos apoyaron que aquellas que lo rechazaron por miedo o por temas religiosos”, dice Isabela.
El modelo de negocio está muy bien estructurado y el producto, además, resuelve una de las incomodidades que sufren las mujeres debido a su ciclo menstrual.
“Lo que nosotras hicimos es armar un modelo de negocio a base de un producto que está muy bien diseñado, es sencillo y muy fácil de usar”, asegura Valentina. El tampón, además, no genera ningún tipo de reacción psicoactiva ni tampoco dependencia.
“Para su uso, se aplica normalmente como cualquier otro tampón», continúa. «Pasados 15 minutos, las paredes vaginales comienzan a absorber la fórmula de cannabis y se comienzan a enviar señales de placer al cerebro. Cuando pasa por las paredes del útero y los ovarios hay una regulación de dolor y ahí es cuando se da un bloqueo total de molestias. Además, no genera ningún efecto secundario”. Es el producto que las mujeres han estado esperando.
Luego de obtener el primer puesto en la Feria del Espíritu Emprendedor, LaFemme está lista para nuevos retos. Quieren que algo que comenzó como un proyecto para una clase se convierta en una realidad empresarial. Y ya han dado el primer paso, pues obtuvieron el primer puesto en la Feria del Espíritu Emprendedor organizada por el CESA. Ahora, buscan consolidar la empresa con la Universidad como respaldo.
Estas cuatro estudiantes han demostrado que para romper el tabú y desmitificar el cannabis solo hace falta informarse y educarse, dejando a un lado los prejuicios tal y como ellas lo hicieron. Colombia avanza cada vez más rápido hacia un futuro con luz verde.