Millones de personas en todo el mundo padecen trastornos mentales. Se estima que alrededor del 10% de la población padece de algún tipo de trastorno mental. Uno de los más comunes es la ansiedad. Según estadísticas de 2017, 3.8% de la población mundial padece de desórdenes de ansiedad y estrés, aproximadamente 284 millones de personas. Debido a la legalización en varios países del mundo, vale la pena discutir relación entre cannabis y ansiedad.
Los avances e investigaciones en materia de cannabis medicinal han llevado a que sea una alternativa en tratamientos para trastornos como ansiedad, estrés e insomnio, entre otros. Por esta razón, explicaremos qué relación existe entre cannabis y ansiedad. De igual forma, mencionaremos los estudios científicos que avalan los tratamientos de cannabis para la ansiedad, su dosificación y composición.
Primero, es importante definir qué es la ansiedad. La ansiedad es la respuesta del cuerpo y de la mente ante situaciones desconocidas, de peligro y/o de estrés. Todas las personas han sentido o sentirán ansiedad en su vida. Es normal sentir ansiedad antes de empezar un nuevo trabajo, cambiar de casa o presentar un examen. Sin embargo, cuando esta sensación se convierte en algo recurrente, se prolonga durante más de seis meses e interfiere con el día a día, aquí se habla de trastorno de ansiedad.
Cabe destacar que existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad. El más común es el trastorno de ansiedad generalizada. Algunos de los síntomas pueden ser:
Expertos aseguran que uno de las principales problemas de este tipo de trastorno es que muchas personas no reconocen que lo padecen. En consecuencia, no buscan ayuda profesional para tratarlo y controlarlo.
Por otra parte, el trastorno de pánico tiene como principal síntoma los recurrentes ataques de pánico. Además, también es común sentir una abrumadora angustia tanto física como mental. Entre los síntomas pueden estar:
De igual forma, las fobias también son un tipo de trastorno de ansiedad. Es un excesivo y persistente miedo a un específico objeto, situación o actividad. Normalmente, la fobia es hacia algo que no necesariamente es perjudicial o peligroso.
También existen diferentes tipos de fobias. Por ejemplo, agorafobia es el miedo a estar en situaciones de las cuales no se puede escapar o pedir ayuda. Las más comunes son espacios cerrados, sin luz o ascensores.
Vale la pena enfatizar que las personas son conscientes de sus fobias, pero no pueden controlarlas. Además, hacen todo lo posible por evitar enfrentarse a las situaciones que les generan ese miedo.
Finalmente, el trastorno de ansiedad social hace referencia al miedo que siente una persona de ser humillada, vista o juzgada por las demás personas.
Los investigadores todavía no saben con exactitud por qué se produce la ansiedad. Sin embargo, existen varios factores que pueden desencadenar trastornos de ansiedad. Entre ellos pueden estar condiciones genéticas, biológicas y traumas. Asimismo, condiciones médicas severas también tienen como efecto secundario la aparición de trastornos de ansiedad.
El cannabis se ha convertido en uno de los tratamientos con mayor potencial para la ansiedad. Lo anterior debido a que las drogas que normalmente se prescriben para tratar la ansiedad tienen graves efectos secundarios. Estos medicamentos suelen ser antidepresivos, los cuales incrementan los niveles de serotonina en el cuerpo para dar la sensación de euforia y alegría.
Entre los efectos secundarios pueden ser sensación de estar enfermo, indigestión, diarrea, pérdida de apetito, mareos, visión borrosa, sequedad en la boca, sudoración excesiva, insomnio e impotencia sexual, entre otros. En casos más severos, se han registrado sangre en vómitos y heces con sangre, entumecimiento y alucinaciones.
En consecuencia, muchos pacientes han visto en el cannabis una solución menos invasiva y sin los efectos secundarios nocivos previamente mencionados. Esto es lo que se ha investigado referente al cannabis y ansiedad.
Lo primero que hay que decir es que el cannabis puede producir y disminuir la ansiedad. Todo va a depender de los cannabinoides y su concentración.
El THC es uno de los cannabinoides que produce efectos psicoactivos. Estudios demuestran que, en pequeñas cantidades, el THC puede reducir la ansiedad. Sin embargo, en grandes cantidades puede generar ataques de ansiedad e incluso pánico.
Por su parte, el CBD cumple una importante labor. Al ser un cannabinoide que no produce efectos psicoactivos, es el favorito en los tratamientos para la ansiedad. Estudios explican que altas dosis de CBD reducen la ansiedad. Además, el CBD también tiene la propiedad de reducir los efectos psicoactivos del cannabis. Aquí entra en juego lo que investigadores han llamado el efecto séquito.
El efecto séquito hace referencia a la sinergia entre los diferentes componentes químicos del cannabis. En otras palabras, esto quiere decir que el cannabis funciona mejor cuando se utilizan varios de sus componentes químicos. Para la ansiedad, particularmente, combinaciones de CBD y THC pueden producir mejores resultados que alguno de los cannabinoides aislados. Y aún más, terpenos como limoneno que se encuentran en la planta del cannabis también reduce la ansiedad.
En conclusión, el cannabis es una gran alternativa para tratar la ansiedad. Sus componentes químicos como CBD, THC y terpenos tienen efectos positivos para reducir este trastorno. Y lo más importante, no produce efectos secundarios como los fármacos antidepresivos. Recuerda siempre consultar a tu médico y empezar con dosis bajas para ir aumentando progresivamente.