Carola Pérez: «No tenía salida y el cannabis me ayudó»

18
/
Jul
/
2019
Carola Pérez: «No tenía salida y el cannabis me ayudó»

Carola Pérez es la presidenta del Observatorio Español del Cannabis Medicinal y una de las principales caras visibles de la lucha por la legalización de la marihuna terapeútica en España. Pero Carola Pérez no ha llegado a esa posición por casualidad. Detrás tiene una historia de vida llena de dolores y sufrimientos desde la infancia. Un camino de piedras que ha podido transitar con más alivio desde que descubrió las propiedades sanatorias del cannabis. En Spannabis Madrid también nos relató su historia.

¿Carola, cuál es su historia?

Tuve una caída patinando con 11 años, me rompí el hueso del coxis. A los 18 me operaron y me lo quitaron. Me dejaron dañada toda la zona, me crearon un dolor crónico neuropático de grado 8 sobre 10. Desde niña estuve yendo después del colegio a rehabilitaciones con médicos, a un montón de terapias distintas. Cuando me operan, me crean un adicción a la morfina muy fuerte con menos de 30 años. Luego me colocaron dos neuroestimuladores para engañar al cerebro, pero tampoco funcionó. He sufrido 12 operaciones de espalda, he tenido un proceso de hipermedicación muy fuerte, he sufrido depresión, he pedido ayuda para morir. No tenía salida. Y el cannabis ha sido lo que ha ayudado a salir.

¿Cómo fue su primera experiencia con el cannabis?

Lo probé en una infusión de leche por primera vez. El alivio que conseguí con aquello no tenía nada que ver con ninguna de las medicaciones que había probado desde pequeña. Empecé a dormir bien, ya que antes sufría mucho insomnio por el dolor; empecé a alimentarme bien, a mejorar mi estado de ánimo, a caminar de nuevo. Le debo muchísimo a esta planta.

¿Cuál es la dosis diaria qué necesita y de qué forma lo toma?

Suelo tomar aceites cada 8 horas tanto de CBD como de THC con un ratio 1/1. Para manejar la psicoactividad necesito tirar de CBD a la hora de vaporizar. El paciente cuando ya lleva tiempo y ya se conoce no toma todos los días lo mismo. Por ejemplo, hoy, que sé que voy a estar más cansada, la dosis es más alta, hay días que tengo peor noche, tengo vómitos o me sube la fiebre con el dolor. Suelo tomar de media unos 25mg de CBD y THC y vaporización a demanda.

¿Cómo fue la reacción de su entorno, de su familia, al ver que lo que funcionaba tras tantas pruebas era el cannabis?  

Mis padres en un principio se alegraron muchísimo, porque veían que yo mejoraba. Vieron que solo era una planta y que la solución estaba muy cerca. Habíamos viajado a París, al extranjero, a curanderos a buscar soluciones. Habíamos probado de todo y la solución estaba mucho más cerca de lo que creíamos. El dolor va a seguir existiendo, pero ahora, aunque me acaban de operar hace 3 meses, estoy con 110 puntos en la espalda y puedo convivir con el dolor y aportar a la sociedad y a otros pacientes.

¿Entonces cómo se pueden combatir los prejuicios?

Informando y formando. Cierto que hay mucho estigma, mucho miedo. Tienen que vernos y escucharnos. Cuando la gente ve mis cicatrices no son quiénes para opinar. Sobre mi dolor y mi cuerpo elijo yo, no ellos. Son unos ignorantes, pero tampoco me enfado porque yo también tenía esa ignorancia. Creo que nos han de enseñar, tienen que enseñar a los médicos que hay un sistema endocannabinoide, qué son los cannabinoides. La culpa es de todos y de nadie. Quien se busca la vida llega al cannabis y lo puede hacer muy bien. En la asociación Dos Emociones de pacientes explicamos qué es el CBD, el THC, su administración, tenemos un médico. Aunque no dispensamos, no dejemos a la gente que se busque la vida. Analizamos gratis los cultivos de las pacientes, tienen semillas gratis, cursos de autocultivos, de hacerse aceites, cremas, magdalenas. No dispensamos pero enseñamos a manejarse. El paciente ayuda al paciente y eso es muy importante. Nada mejor que la persona que tiene el mismo sufrimiento para ayudarte con sus trucos. Se ayudan mejor que los médicos.

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