Conseguir una entrevista con estos personajes es un verdadero reto cuando llega el mes de abril. Fueron varios los correos coordinando el día y la hora de la videoconferencia. Pero valió la pena. Estaba a punto de hablar con las personas que, por primera vez en 1971, usaron el 420 para referirse a la marihuana. Estaba a punto de conocer la verdadera historia detrás del 4/20.
En la pantalla aparecieron dos hombres mayores, de unos 70 años aproximadamente. Se presentaron como “Waldo” Dave y “Waldo” Steve.
Sus verdaderos nombres son Steve Capper y Dave Reddix. Antes de empezar la entrevista, Los Waldos son enfáticos en mencionar que voy a escuchar la verdadera historia detrás del 420.
“Hay personas que quisieron apropiarse del término como propio con fines económicos. Existen muchos mitos y mentiras alrededor del 420. Tuvimos que hacer muchas cosas, mostrar pruebas y evidencia de que fuimos nosotros los que por primera vez usamos el término”, explica Dave.
Y está en lo cierto.
A pesar de que en casi todo el mundo se utiliza el 420 para referirse a marihuana, pocos conocen la verdadera historia detrás del término. Hoy, 20 de abril, Cannapp y “Los Waldos” les cuentan la historia.
Es un viernes en la tarde.
Porristas, jugadores de fútbol americano, los llamados “greasers” (chaqueta de cuero, jean y una cantidad excesiva de gel en el pelo) y hippies se pueden ver caminando por los pasillos de la Escuela Secundaria de San Rafael, Condado de Main, California. Es el año de 1971.
Entre los hippies, un grupo de cinco amigos. Toda la escuela los conoce como “Los Waldos”.
“Nosotros odiábamos toda esa escena de porristas y fútbol americano de los viernes en la tarde-noche”, cuenta Waldo Dave. “Nosotros éramos los que se metían debajo de las graderías del estadio durante los partidos a fumar marihuana. Esos eran los Waldos”.
Para salir de la rutina de “los viernes de fútbol”, los Waldos inventaron algo que llamaron “Safaris”. Todos los viernes, después de clase, irían en busca de alguna aventura. Conocer gente extraña, adentrarse a lugares prohibidos o cualquier cosa para romper la rutina.
“Los safaris eran básicamente buscar planes raros y que a nadie más se le ocurrirían.
Nos retábamos entre todos para ir a hacer ese tipo de aventuras. Tonterías que hace uno cuando es adolescente, tiene un auto, está aburrido… y fumado”, dice Dave.
Un viernes a llegó a las manos de Steve un mapa del tesoro.
“Un amigo me contó la historia del novio de su hermana, un miembro de la Guardia Costera en una base cercana a nuestro pueblo. Dijo que varios de los soldados tenían un cultivo de marihuana. Necesitaban deshacerse del cultivo y de la producción porque el oficial al mando de la base iba a llegar en los próximos días. Mi amigo entonces sacó un mapa y me dijo: “Mira, el novio de mi hermana me hizo un mapa de cómo llegar hasta el cultivo”.
Un mapa para encontrar un cultivo de marihuana propiedad de unos soldados de la Guardia Costera. Un verdadero safari.
“Ese mismo día acordamos encontrarnos después de clases en la estatua de Louis Pasteur a la entrada del colegio exactamente a las 4:20 p.m. Fumamos marihuana, nos montamos en el Chevrolet Impala 67’, encendimos la radio y comenzamos a seguir el mapa en busca del tesoro”, explica Dave.
Los Waldos buscaron ese cultivo hasta altas horas de la noche, pero no encontraron nada. Decidieron regresar a casa y seguir la búsqueda la semana siguiente.
“Los viernes en la mañana cuando nos cruzábamos el uno con el otro en los pasillos del colegio decíamos: “Louis 420”. Esto quería decir que nos encontraríamos después de clase, a las 4:20 de la tarde, en la estatua de Louis Pasteur. Después de un par de semanas el “Louis 420” pasó a ser simplemente 4/20. Nunca encontramos el tesoro, pero encontramos el 4/20”, afirma Steve.
Sin darse cuenta, 4/20 se convirtió en un código para hablar de marihuana sin que los profesores, padres y demás personas se enteraran.
¿Cómo pasó de un simple código al término que mundialmente se asocia con marihuana? La respuesta: Grateful Dead.
Para contar la verdadera historia detrás del 420 hay que hablar del movimiento hippie. Y uno de los grandes íconos de esa escena fueron los Grateful Dead.
La banda, que combinaba sonidos del folk, jazz, R&B y rock, se hizo popular en la esquina de las calles de Haight-Ashbury. Y fue ahí, en el epicentro de la contracultura hippie, en donde se creó el escenario perfecto para el término 4/20. Los Waldos y los Grateful Dead se unieron a través de Phil Lesh, bajista de la banda.
“Mi hermano Patrick siempre fue muy buen amigo de Phil Lesh”, cuenta Waldo Dave. Y añade:
“Cuando la banda comenzó a ser más popular y a hacer toques en distintas partes de California, Phil contrató a mi hermano para ayudarle en temas de logística, como transportar e instalación de instrumentos y equipos. Y mi hermano me contrató a mí como parte de su equipo. Él y yo comenzamos a usar el término del 420 en los camerinos y en los conciertos. Y a los de la banda les gustó tanto el término que también comenzaron a usarlo. Fue así como se comenzó a regar el término por todo California”.
Los Grateful Dead incluso utilizaron el 4/20 en imágenes de sus conciertos y publicidad. El 4/20 se extendió rápidamente por todo los Estados Unidos, a tal punto que nadie logró identificar de dónde había surgido el término.
“Es un término increíblemente atractivo para la gente que le gusta fumar marihuana”, añade Steve. “Se expandió muy rápido, nunca creímos que podría pasar algo así”.
Pero solo fue hasta los años 90 que los Waldos tomaron la iniciativa para aclarar de una vez por todas que fueron ellos quienes en 1971 utilizaron por primera vez el término.
La revista High Times es la publicación más popular de la cultura del cannabis. Comenzó a circular a principios de los 70s y para los años 90 ya estaba establecido como referencia cannábica. Incluso, la revista ya utilizaba el 4/20 en varios de sus publicaciones impresas y en eventos. Fue en 1997 cuando Dave decidió, de una vez por todas, contar la verdadera historia detrás del 420.
“Yo me comuniqué con la revista porque quería contar nuestra historia y demostrar que nosotros éramos los creadores del término. Steve Hager era el editor en esa época. Nos vino a visitar, nos entrevistó y publicó un artículo sobre nosotros ese año. Fue tanto el éxito que nos insistió en crear una página web, que en ese entonces era todo un reto tecnológico. Pero fue la mejor decisión, porque queríamos contar nuestra historia y que llegar a todas partes del mundo”.
Una de las pruebas que los Waldos le entregaron al editor de la revista High Times. Una carta de Dave a Steve, escrita en 1975, en la cual se referencia el 420. Crédito: https://420waldos.com/
Hager, en un artículo publicado por Huffpost, explicó que, hasta el momento, nadie había entregado evidencia real del uso del término 4/20. Los Waldos mostraron cartas, dibujos y todo tipo de pruebas que convencieron al editor de High Times. “Hasta que alguien más pueda establecer pruebas antes de 1971, los Waldos seguirán siendo los creadores oficiales del 4/20”, dijo en la entrevista en 2017.
Con la llegada de internet, ya para el año 2000 el 4/20 se había extendido desde Norteamérica hacia todos los rincones del planeta. Más de 50 años después, Dave y Steve todavía están recibiendo solicitudes de entrevista cuando se acerca el mes 40 y el día 20.
Han pasado 49 años desde que Los Waldos se subieron al Chevrolet Impala en busca del tesoro. Los cinco miembros originales del grupo todavía viven en California, entre los condados de Marin y Sonoma. Dave fue productor para CNN durante 15 años y ahora es un realizador audiovisual independiente. Steve, por su parte, fundó una empresa de inversión y préstamos. Han sido exitosos en sus negocios personales y jamás han ganado un solo dólar por el 420. No es, ha sido ni será su objetivo.
“Simplemente queremos que la gente siga compartiendo. El 4/20 se convirtió en un fenómeno mundial de la marihuana, pero para nosotros es más de poder estar juntos y pasar un buen rato. Queremos que sea un significado de alegría y paz”, dice Dave.
Por fin conocemos la verdadera historia detrás del 420. Steve y Dave me avisan que tienen otra entrevista en pocos minutos. Terminan diciendo que aman Colombia y que esperan poder viajar cuando las circunstancias lo permitan. De nuestro país conocen la Colombian Gold, que solían fumar en sus épocas de Waldos. Se despiden haciéndome una pregunta.